viernes, 21 de noviembre de 2008

“Primer instituto científico en América: Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística”


Conferencia que presenta el Lic. Alejandro Butanda Martínez ante la Academia Nacional de Turismo en el Hotel Suites Amberes de la Ciudad de Mèxico, el 24 de Octubre de 2007.



A partir de la independencia, la estructura política, económica, social y cultural en la naciente nación mexicana, requería de la secularización y construcción de nuevas instituciones republicanas bajo un Estado civil sustentado en el derecho que impulsara una nueva organización social con información comprobada solo en principios científicos y filosóficos. La manifestación de la nueva identidad nacional se proyecta en la geografía, estadística, historia, arqueología, literatura, poesía, pintura y música, la cual expresa una visión de lo mexicano, su territorio, costumbres, mitos y leyendas dentro de un espacio donde se pueda escuchar las voces de las figuras privilegiadas de todas las ramas de la ciencia y la cultura.

Con la desarticulación de la economía, los elementos de la superstición y la estructura política virreinal, son colapsados por la incipiente nueva clase política gobernante, primeramente criolla y posteriormente por la indígena, quienes combaten con las armas de la ley, por defender y aplicar mecanismos que fortalezcan la república de la intromisión de autoridades eclesiásticas, militares y potencias extranjeras. En la organización del Estado civil, se enfrentan no sólo a las grandes carencias financieras, sino a sabotajes, planes para derrocarlos, pero, particularmente a la falta de información para la definición de políticas públicas, que si bien mucha existía en varios establecimientos particulares, archivos eclesiásticos y como dice Olavarrieta en 1900: “que tal vez formen hoy la principal riqueza de algunas bibliotecas y de varios museos de Europa; sin recordar la dilapidación y los destrozos irreparables de toda guerra intestinas”.

Desde la construcción y consolidación del Estado civil mexicano, se inicia un periodo de profundas resistencias y graves turbulencias en la lucha por la definición del proyecto de Nación: Imperio o República; Federalismo-Centralismo; Liberales-Conservadores, unos que propugnan por instituciones secularizadas sólidas, separación Estado-iglesias, educación laica, con autoridades y ciudadanos sometidos al estado del derecho; Otros a favor de que las autoridades sean por extirpe y linaje de sangre, súbditos y feligreses mantenidos en sumisión a una autoridad moral extraterritorial. Ante ello, los hombres de las reformas sociales, observan con preocupación que españoles y criollos sólo luchen por sus intereses, sin una identificación y de vínculos al suelo patrio, ya que la propiedad sólo tiene un valor comercial y la organización comunitaria un espíritu religioso, de ahí, surge la necesidad de edificar una identidad nacional, en el que el componente indígena y su grandioso legado, sea la columna vertebral para construir la nueva nacionalidad y ciudadanía expresada en el mestizaje.

El componente indígena, será el conciliador de la nacionalidad mexicana, la cual exige una reforma profunda en la educación con la demolición de los prejuicios y secularización de las funciones públicas, aunado a una restitución y redistribución de la riqueza nacional, otorgando a la propiedad una función social respaldada por instituciones, regida y supervisada por el Estado civil mexicano. Esa acción despertó las más despiadadas ambiciones personales de quienes a cualquier costo, sin visión de Estado nacional, trataron de socavar la construcción de las instituciones de la republica y el avance de sectores en su conjunto. En la educación, la salud, economía, industria y la cultura, la intolerancia por la carencia de objetividad y método científico, impide a los grupos privilegiados no progresistas y con enormes prejuicios, prestar atención al progreso y a la dinámica mundial que se gestaba a pasos agigantados, con nuevas corrientes de pensamiento sustentado en el método racional y científico, aunado a los avances en la imprenta y su acelerada difusión de las ideas.

La ruptura de las mentalidades con la demolición de los prejuicios, propician que el Estado civil en una república federal y representativa, suponga ciertas actitudes anticlericales por la secularización de las instituciones, aunque esa tendencia sólo busca llegar a una doctrina de la total separación de la Iglesia y el Estado; evitar la confusión entre lo sagrado y lo profano, lo cual impide acelerar el impulso de modernidad que México vivía y el espíritu crítico y cívico que ya caracterizaba la obra de algunos mexicanos de ideas avanzadas. Era dotar al mismo gobierno de todo aquello que lo constituye como es ese marco legal sustentado en instituciones y no en el capricho del monarca, clero o milicia.

La inestabilidad, el desorden y la división en la población, era generado y financiado por ambiciones corporativas, potencias extranjeras y personales, ante ello, se requería encauzar los esfuerzos de las mejores inteligencias amantes de la ciencia, de los mejores hombres de pensamiento liberal y visión progresista, quienes independientemente de su ideología o creencia, eran hombres tolerantes acostumbrados al estudio, plantearse dudas, escuchar, cuestionar y reflexionar. Así, comienza atraerse y concentrar a quienes durante el siglo XIX, trazan, resisten y dan su vida por la edificación del edificio social y consolidación de la república, precursores de instituciones dinámicas, amantes y respetuosos del Estado de derecho dentro del Estado Civil Mexicano.

De ello emana la iniciativa del presidente Valentín Gómez Farías, al crear un espacio dónde las mentes más preclaras, amantes del progreso puedan desarrollar sus ideas sin ser traicionada la conciencia por ambiciones personales, intolerantes y carentes de un sustento científico. El liberalismo de Gómez Farías congruente con su espíritu científico y tolerante, nos lo refiere Olavarrieta, consiste en reconocer que “existen en poder de otros particulares varios datos estadísticos, geográficos y geológico, antes de nuestra revolución; y actualmente se hallan ocupados en este mismo trabajo muchos de nuestros colaboradores en diferentes partes de la República” La propuesta era un reconocimiento “entre los ricos y abundantes elementos de prosperidad futura que el cielo ha tenido á bien dejarnos, contamos con los trabajos científicos de muchos particulares que, á pesar de la cruel y constante agitación en que hemos vivido, han dedicado al cultivo de las ciencias los cortos momentos de tranquilidad que les han sido concedidos”.

En ese espacio de investigación científica y difusión de las ideas, participan conservadores y liberales progresistas, porque hombres de ciencia, reconocen que el ser liberal será la capacidad de expresar cualquier idea sin restricción, pero también escuchar lo contrario sin medida. Bajo esos principios el 18 de abril de 1833, don Valentín Gómez Farías funda el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, primer instituto científico en América y cuarto en el mundo, para que sustituya la improvisación e imprecisión, carente del rigor científico, que existía en las oficinas gubernamentales respecto a la estadística.

La administración requería del rigor científico para proyectar y modificar las políticas gubernamentales, modificar el sistema educativo basado en el método científico, creación de la Biblioteca nacional y otras mejoras en la cultura. Los estudios y la investigación científica funciones básicas de la nueva institución- estarían exentos de toda censura y la Sociedad se convertiría en un espacio intelectual donde se ha mantenido como principio fundamental la absoluta libertad de pensamiento, manifestación de las ideas y de conciencia. Con plena autonomía para investigar, difundir y publicar, a través de sus academias, los estudios realizados.

No obstante, las dificultades internas en la institución, aunado a la inestabilidad y agitación del país, los primeros años no serán intensos ni favorables al Instituto Nacional de Geografía y Estadística, incluida las pretensiones de desaparecerla, se convierte en pionera en el levantamiento de cartografías, mapas y delimitar fronteras, dividir el territorio mexicano en Estados y municipio, realiza los primeros censos nacionales de población y la primera Carta General de la República. Por su iniciativa el Gobierno expidió las leyes para la protección de bosques y de monumentos arqueológicos, .establece mecanismos de pesos y medidas, inventariar los recursos naturales, conocer sus tradiciones, costumbres, cultura, lenguas y dialectos, desarrollar trascendentales iniciativas de ley, reorganizar la Hacienda Pública, mejorar el sistema de impartición de justicia y una reforma integral a la educación, ampliándola a todos los sectores y comunidades del país, además de crear y fortalecer una identidad nacional respetando la diversidad cultural de la nueva nación mexicana.

Surge una institución de Geografía y Estadística, porque ambas disciplinas pueden proyectar la organización del Estado mexicano, en virtud de que la geografía como una de las disciplinas que más han apasionado al hombre, abarca desde las ciencias físicas, humanas, sociales y políticas, se incluye y desarrolla las bellas artes, música, poesía, escultura y pintura.

La estadística permite cuantificar científicamente el número de habitantes, crecimiento de población: nacimiento, muerte, migración, su densidad de población, sus carencias, niveles de estudios, situación económica, salud, nutrición, enfermedades, ingresos, integrantes de los núcleos familiares y en cada una de las localidades y poblaciones, lenguas indígenas, cultura y tradiciones. Con ello los hombres de la Reforma pueden contar con la información precisa y legar correctamente el tipo de instituciones, recursos naturales, sus necesidades de producción alimenticia y vestido, que permite desarrollar políticas estatales para una organización sustentada en un reparto equitativo y una justa distribución de la riqueza. La estadística conoce y proyecta los requerimientos y la administración adecuada de los recursos, construye y previene el futuro de la nación.

Su organización en Academias, lugar de estudio, investigación y difusor de las ideas, emblema de una nueva trinchera y elemento determinante para que las batallas, no militares, también se lleven a cabo en el campo científico de las ideas, donde los debates y las confrontaciones ideológicas sea únicamente con la inteligencia y el conocimiento. Lugar donde las artes expresan la actividad más sublime de los hombres civilizados. Ahora, se entregaran medallas al mérito de la inteligencia y al esgrima de la tolerancia. Se distinguirá las formas distintas de pensar, de creer y aportar conocimientos científicos. Con esa actividad intelectual de las academias, ya no serán las actividades militares y las comunidades eclesiásticas quienes determinen la forma de pensamiento y directriz de la sociedad en la educación.

En 1839, en el primer Boletín de nuestra Sociedad, Enrique de Olavarrieta, socio activo, nos sintetiza las vicisitudes nacionales, cuando explica de dónde surge la idea de su creación: “Los errores de las diferentes administraciones que se ha sucedido entre nosotros desde nuestra independencia hasta el día de hoy (1838), no deben atribuirse tanto á la incapacidad de las personas que las han desempeñado, cuanto á la ignorancia en que todos se han hallado de la verdadera naturaleza del país, de los recursos que podían haberse proporcionado en las diversas situaciones en que éste se ha visto, y, en fin, de los medios que tenían en sus manos para satisfacer las necesidades reales, ya sea dentro, ya sea fuera del mismo país......
Estos inconvenientes, ó, por mejor decir, estos males que bastarían por sí solos para arruinar á la nación más rica y poderosa, subsistirán entre nosotros mientras no sepamos con la certeza posible, cuál es y cuál debe ó puede ser nuestra agricultura, nuestro comercio, nuestra industria, nuestra riqueza, nuestras fuerzas físicas, nuestra población útil y nuestra perfección social; porque sin este conocimiento ni el pueblo ni el gobierno pueden jamás atinar con lo que conviene”.

Puesto en operación el Instituto, fueron cuarenta fundadores en total, de los cuales veinticinco socios de número, cuatro honorarios a cuyo frente estaba el alemán Juan Moritz Rugendas, celebre pintor de los paisajes de América y once correspondientes, que iniciaba el ilustre geógrafo Alejandro Von Humboldt, residente en Berlín.


Los gobernadores recibieron su nombramiento y debían remitir los datos de sus respectivas entidades para fortalecer la institución. Los objetivos primordiales a los que se avocaran son: “1) Adquirir y revisar datos para la Estadística como del mapa geográfico general de la República; 2) Establecer un método fijo para sus trabajos; 3) Se dividió en cuatro secciones: 1° Geografía, 2° Estadística, 3° Observaciones geográficas, astronómicas y meteorológicas, 4° Adquisición de materiales”. Para los socios “los primeros objetivos á que dirigimos nuestra atención fueron las ciencias útiles a la humanidad en general y principalmente á la prosperidad particular de nuestros socios”.

En la adquisición de materiales, en 1838 se inicia la compilación del acervo a través de donaciones, Olavarrieta relata lo siguiente: “El Sr. Vecelli, individuo del Instituto, había hecho donaciones de tres obras intituladas : Descripción de la muy noble y leal ciudad de Zacatecas (año de 1732), Viaje á la California para observar el paso de Venus sobre el disco solar el 3 de junio de 1769, y Clima y terreno de los Estados Unidos de Norteamérica; El Sr. D. Miguel Valentín, individuo del Instituto y vocal de la Junta menor, presentó diez mapas inéditos manuscritos de los Obispados de México, Puebla, Guadalajara, Michoacán, Antequera, Durango, Oaxaca, Sonora y general de la Nueva España; Gómez de la Cortina, Presidente presentó: Memoria del Gobernador del Estado de Oaxaca, impreso en 1835, Ensayo de una Memoria Estadística del Distrito de Tulancingo, impreso 1835, Resumen general de la población de Oaxaca, impreso 1832, Rápida ojeada del Estado de Sonora (1835), Extracto de la relación de un viaje a la caverna de Cacahuamilpa, manuscrito ejecutado, 1835; Noticias sobre el Colegio de Guanajuato, manuscrito de 1835; Descripción del modo de cultivar el Xiquelite, manuscrito”.

Después de seis años de arduo trabajo e inestabilidad, para marzo de 1839, se había publicado el primer número del Boletín del Instituto, con el siguiente formato “...cuaderno de cincuenta y seis paginas á dos columnas, tamaño 4° menor, y lleva anexos un estado relativo á criminalidad, impreso en tipografía, un plano de Istmo de Tehuantepec formado por D. Juan de Orbegozo y litografiado por Salazar en la calle de Cordobanes núm.10, una hoja con el perfil del citado Istmo, fechado en 1825.


Contiene ese número del Boletín: una introducción que, aunque no está firmada, sabemos ya por el acta de la sesión del 26 de octubre, que fue escrita por D. José Gómez de la Cortina; un estudio sobre población de la República, fechado el 14 de Diciembre de 1838, por D. José Gómez de la Cortina: un informe con el título Resultado del reconocimiento hecho en el Istmo de Tehuantepec, de orden del Supremo Gobierno, por D. Juan de Orbegozo; un catálogo de Alturas barométricas, inéditas, de algunos puntos de la República Mexicana, calculadas en pies castellanos y colectadas por José Gómez de la Cortina, que también reproduce otras tomadas por distintas personas; el acta de la sesión del Instituto celebrada el 26 de Octubre de 1838, y una lista de los individuos que componía en aquella fecha el Instituto Nacional de Geografía y Estadística“.

A dieciocho años de constituido el Instituto, el 28 de abril de 1851, el Gobierno de la Unión promulgó una ley estableciendo definitivamente a la Sociedad, bajo la denominación que había asumido en 1850, el Presidente Mariano Arista la reconoció oficialmente como Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística en ese año.

Los periodos más álgidos en la definición de la Sociedad, serán las ambiciones del clero, conservadores y potencias europeas, al generarse agitaciones políticas, cuando la generación de la Reforma logra plasmar y consolidar su cuerpo ideológico y programático en la Constitución liberal de 1857, que firmaría, primeramente, el patricio de la Reforma y precursor del pensamiento liberal y científico: Don Valentín Gómez Farías. Sin embargo, aún tendría que pasar difíciles pruebas la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, quien pudo sobrevivir a la Guerra de Reforma y al imperio usurpador de Maximiliano, desarrollando, perdiendo parte de su acervo y, posteriormente, aportando meritorios trabajos para el desarrollo del país.

Al consolidarse la República, uno de sus distinguidos Socios Activos en la presidencia, Benito Juárez, decreta en el Acta N°1 de 26 de marzo de 1868, la reorganización de la Sociedad, después de la convulsión ocasionada por la intervención francesa y el espurio imperio de Maximiliano. Al mismo tiempo le concedió una asignación mensual de $16.00 pesos para sus gastos de oficina. Se procedió al nombramiento de funcionarios, resultando electos José María Lafragua para Vicepresidente, Aniceto Ortega para primer Secretario y Antonio García y Cubas para segundo secretario. El Presidente nato sería el Ministro de Fomento.

A ella, conjuntamente con Juárez se incorporaran hombres aptos, indígenas puros libres de prejuicios, amantes del progreso y de la necesidad de edificar el nuevo concepto de nación, sustentado en el nuevo modelo político, económico, cultural y cívico del país, comprometidos en desarrollar empresas científicas, carentes de apasionamientos fanáticos e intolerantes, así se convierte a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística en el propulsor científico de las nuevas instituciones científicas en el siglo XIX y XX. Su espíritu liberal incorpora a hombres con una visión científica, dinámica y plural abierta al progreso de las ideas, de las instituciones culturales, descentralizando nuestra organización y abre nuevos espacios de colaboración.

Al triunfo de la victoria liberal, el 17 de enero, reconocidos intelectuales de la Reforma ingresaron como socios de número y “el día 24 de ese mismo mes se eligió como vicepresidente al licenciado Miguel Lerdo de Tejada, siendo el ministro de Fomento, el presidente nato de la Sociedad, licenciado Ignacio Ramírez “El Nigromante”, le comunicó a Lerdo de Tejada que por acuerdo del presidente Juárez iba a ampliarse el local de la Sociedad, a fin de que pudiera establecerse decorosamente su museo y biblioteca, le donó el archivo de la Contaduría General de Propios y le entregó una importante aportación bibliográfica, repitiendo el presidente Juárez lo que lustros atrás había hecho cuando era gobernador de Oaxaca, al obsequiarle una valiosa colección de incunables a la Junta Auxiliar de Geografía y Estadística del Estado”.

Sería difícil dar cuenta de la evolución de México sin conocer las valiosas aportaciones de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, la cual desde el año de 1850 publica su órgano informativo, conocido como el “Boletín de la Sociedad”, mismo del que se han editado cinco épocas, que le dan una existencia interrumpida. Con su información, México fue el tercer país en el mundo en adoptar el Sistema Métrico Decimal, aportó la investigación que hizo posible el primer tendido telegráfico en el país, la obtención y verificación de centenares de alturas barométricas, la primera Guía de la Ciudad de México, la determinación de situaciones astronómicas y los estudios del Cometa Halley en 1912, el Dictamen sobre los derechos inalienables de México sobre Archipiélago del Norte, la situación de las islas mexicanas situadas en el Océano Pacífico, las investigaciones arqueológicas para repatriar los restos de Francisco Javier Clavijero, su participación como socio fundador de la Unión Geográfica Internacional, y su impulso para la creación del Instituto Panamericano de Geografía e Historia de la OEA.

En 1952, en la administración del presidente Miguel Alemán, se descubren los restos de los jóvenes cadetes que murieron el 13 de septiembre de 1847, en la heroica resistencia al asedio del Castillo de Chapultepec, por lo que se integra una Comisión de peritos de la SMGE, quienes certifican la autenticidad de los restos y el 27 de noviembre de 1952 se inaugura el monumento a los niños héroes. Siendo presidente de la República, Don Adolfo Ruiz Cortines, y presidente de la Sociedad el ex primer mandatario Lic. Emilio Portes Gil, se inauguró, el 19 de abril de 1955, la biblioteca de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística para el servicio del público.

Durante la administración del presidente Luis Echeverría Álvarez, se hicieron importantes aportaciones y apoyos a la iniciativa presentada por México sobre la declaración universal de la “Zona Económica Exclusiva” ante las Naciones Unidas. En 1985, la directiva de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística reconoce al presidente Miguel de la Madrid la restauración del edificio por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, siendo presidente de la Junta Directiva, el Lic. Carlos Román Celis.

La sociedad perseveró en su iniciativa y logró, al cabo de veinte años reestablecer las asignaturas de historia y geografía nacionales en el Programa de Educación Básica. Ha impulsado los Concursos Nacionales de Oratoria y Declamación; en ellos han participado en los últimos ocho años más de 500 mil alumnos de primaria. La Sociedad ha sido también defensora activa del Águila Real Mexicana. Estas son algunas de las acciones que son ejemplo de la labor científica y cultural que ha desempeñado al servicio de México.

Su contribución al desarrollo científico, tecnológico, cultural, artístico e intelectual del país se ha desplegado ininterrumpidamente a través de 174 años de fructífera existencia, reconociéndose sus aportaciones y eminentes servicios en periodos cruciales de la historia, como la han sido, el Movimiento de Reforma y el movimiento social de 1910, motivo por el que el H. Congreso de la Unión le confirió el título de Ilustre y Benemérita, título que el H. Congreso del Estado de Jalisco le ratificó en el año de 1989.

Su labor ha sido reconocida por nacionales y extranjeros, siendo pionera en las labores de gobierno que actualmente desarrollan el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). Dentro de su destacado plantel académico han figurado importantísimos personajes de la nación Deben destacarse, por sus trabajos y vidas dedicadas a intensa participación en las actividades de la SMGE a: Andrés Quintana Roo, Melchor Ocampo, José María Lafragua, Manuel Orozco y Berra, Ignacio Manuel Altamirano, Nicolás León, Santos Degollado, Luis Moya, Benito Juárez, Migue E Schultz, Manuel Gamio, Alberto María Carreño, Alfonso Caso, Vicente Lombardo Toledano, Antonio García Cubas, Pastor Rouaix, Jesús Romero Flores, Justo Sierra, León Guzmán, Emilio Portes Gil, Gilberto Loyo, Eulalia Guzmán, Erasmo Castellanos Quinto, Pascual Ortiz Rubio, Adolfo Ruíz Cortines, Genaro Estada, Jaime Torres Bodet, Jesús Silva Herzog, Jesús Reyes Heroles, Jorge A. Vivó Escoto, Adolfo López Mateos, Mario Pani, Rafael Solana, Blas Galindo, Rodolfo Neri Vela, Miguel de la Madrid Hurtado, Juan Rueda Ortiz, Alfonso Reyes, Héctor Azar y toda una constelación de personajes ligados a la historia patria. Además cuenta con una lista importante de miembros correspondientes de países hermanos de los cuales han destacado Albert Einstein, Alejandro Von Humboldt, Adolfo Thiers, Giusseppe Garibaldi y Gustavo Eiffel, entre otros.

La Junta Directiva Nacional de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, está presidida actualmente por el Lic. Julio Zamora Bátiz. Existen 700 Socios Activos, 350 de nivel Académico y unos 600 Socios Correspondientes y Honorarios en todo el país y el resto del mundo. En ella se encuentran registradas actualmente 38 Academias especializadas, que desarrollan sus actividades en forma continua.

En promedio se realizan 92 actividades al mes, al cumplirse un intenso programa académico, que comprende la actividad de sus 37 Sociedades correspondientes en el interior de la República y a nivel internacional en las Universidades de Harvard, Berkley, Stanford y Oxford por: Sus actividades se realizan fundamentalmente en el edificio sede, así como en lugares alternos, de la cual también ha sido un lugar de reunión el Hotel Suites Amberes, del cual amablemente el presidente de la Academia Nacional de Turismo, el Lic. Rafael Suárez, pone a disposición de la Sociedad.

Diversos fueron los recintos, así como su largo recorrer en busca de un espacio seguro, hasta encontrar asiento en Justo Sierra N° 19. Estuvo en Palacio Nacional, se pasó a la casa del ingeniero Gómez de la Cortina, luego se trasladó a la calle de la Perpetua número 2, durante la invasión norteamericana en 1847, vuelve después a Palacio Nacional, se instaló en el ex convento de la Encarnación, en la parte que daba frente al templo de Santa Catalina de Serna, el presidente Juárez acuerda otorgarle el ex convento de Terceros de San Francisco, que años más tarde fue demolido para levantar el actual edificio de Correos. Los socios se reunían en el Palacio de Minería o en la Escuela de Comercio. En 1891 alquilaron la casa número 51 de las calles de Humboldt, después tuvo como domicilio las casas ubicadas en las calles de Jesús María 28, Santa Inés 11, Academia 9. Argentina 8 y también estuvo en 1926, en el tercer piso del antiguo mercado de “El Volador”, donde hoy se levanta el Palacio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Al final de su peregrinar, similar al que el presidente Benito Juárez hiciera para defender la República, la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística como guardián de la investigación científica, de la tolerancia, reformadora y constructora de la nueva sociedad mexicana, encuentra su sede definitiva en el edificio ubicado en el número 19 de la calle de Justo Sierra, la cual es una finca colonial, catalogada por la Dirección de Monumentos Coloniales. En ella vivió el Dr. Montealegre, a quién debió su antiguo nombre la hoy calle de Justo Sierra. Hasta 1906 el edificio fue propiedad privada del señor Luis G. Cuevas. De 1906 a 1930 fue sede la Procuraduría General de la Nación; en 1930 se realizaron varias obras de adaptación para ser ocupada por la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, declarándosele Monumento el 9 de febrero de 1931, decisión que fue ratificada el 22 de mayo de 1957.

El edificio representa el tipo medio de casa habitación rica del siglo XVIII. Sin llegar a la suntuosidad de las grandes residencias, ostenta nobleza en su severa fachada decorada con encuadrantes de cantera labrada. La portada es sencilla pero elegante con dos pilastros laterales y dintel maldorado. Los claros de la planta baja fueron modificados. El patio es típico, un rectángulo rodeado por corredores bajos y altos con arquitrabes de madera y zapatos sobre esbeltas columnas de tipo dórico. En un ángulo al fondo, la escalera monumental que nos lleva a los Salones Miguel Hidalgo y Costilla, auditorio José María Morelos y al Salón Iberoamericano. La mayor parte de la planta baja esta ocupada por la Biblioteca y la Mapoteca aunque se ha destinado un área a galería de exposiciones temporales.

El saber quienes somos y donde se encuentra el edificio sede de nuestra Sociedad, nos permite sentirnos orgullosos de nuestro origen, valorar nuestro espacio, hacer un merecido homenaje a los hombres que hicieron patria, instituciones y precursores de una educación científica y laica, pero también la pertenencia nos obliga a ser responsables de su mantenimiento y custodia de tan hermoso y valioso legado. Es recordar las vicisitudes de la Sociedad y que el edificio sede, de acuerdo a las investigaciones arqueológicas, se encuentra en el marco y lindero de nuestra historia patria, lugar de mestizaje, en tanto se ubica en los límites del Cuadrante del Templo Mayor, cuya medida de 400 metros de cada uno de sus lados, o sea en la parte oriente y norte del lugar sagrado de nuestros ancestros, espacio profano, o mejor dicho circundante de la ciencia y lo sagrado, de la conexión por la inteligencia y la razón con nuestras tradiciones y respeto al esfuerzo constructor de nuestros antepasados y sus generaciones corresponsales.

Es Cuanto

Lic. Alejandro Butanda Martínez

butanda300955@prodigy.net.mx

1 comentario:

Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística dijo...

Hola Estimado Alejandro, en la busqueda de artículos referent es a la smge te encontramos, procederemos a subir el enlace, si lo consideras pertinente, al blog de la SMGE, http://sme-mexico.blogspot.com
Te enviamos un cordial saludo
Juan Carlos Garcés y Cristóbal Flores